Por Karla Monge @karlamonge

Una frase que todos queremos escuchar y sobre todo queremos creer como una promesa de fe, para no sentirnos tan desvalidos cuando necesitemos a alguien, sobre todo de esa persona que tanto queremos y en la que tanto confiamos. Pero en este drama sobra esa promesa implícita porque la soledad y el desamparo abunda en el esperado debut como director y guionista del músico chileno Alex Anwandter, quien aborda con íntima maestría la historia a partir del padre del protagonista, inspirado en el caso real de Daniel Zamudio, (joven gay chileno convertido en símbolo contra la violencia homofóbica, quien murió el año 2012, a los 24 años, y después de luchar por su vida 25 días tras permanecer en coma, luego ser atacado y torturado varias horas en un parque en Santiago de Chile, por un grupo de jóvenes vinculados a una agrupación neonazi).

Juan, (interpretado magistralmente por el conocido actor de teatro, cine y televisión, Sergio Hernández) es un retraído y casi autómata administrador de una fábrica de maniquíes, cuya gris, solitaria y rutinaria vida sufre un duro golpe cuando su único hijo Pablo, un adolescente homosexual, (de la mano de la joven revelación, Andrew Bargsted), es víctima de un violento ataque homofóbico. Es aquí donde Juan comienza a mover su vida, porque tendrá que luchar entre pagar las exorbitantes cuentas médicas de su hijo, o transformarse finalmente en socio de un jefe mentiroso, que en resumidas cuentas ha abusado de su buen carácter por casi 25 años, pero mientras más lucha y se revela contra la vida que le da vuelta la espalda, más se da cuenta que no tiene salida, aunque a su hijo aún le quede la oportunidad de tener otra vida, más valiente que la que él ha tenido.

Con guión del propio Anwandter, la historia pareciera dividida en dos. En una primera media hora la película parece centrada en la vida de un adolescente homosexual que busca el amor, o más bien confía en él, mientras ha  comenzado  a  travestirse  en secreto, apoyado por su única amiga, (Astrid Roldán) confidente y persona más  cercana, hasta que sufre una brutal golpiza y comenzamos a ver a un padre más activo, aunque se respeta el paso lento de quien sale de la petrificación durante años para comenzar a actuar y hacer su vida, en vez de que dependa de  terceros.

Ahí pareciera partir esta película que nos muestra una ciudad demasiado lúgubre y cargada de invierno, y también nos modela el hogar saturado de sensaciones que invocan lo viejo y hasta pasado de moda en tono de descuido, abandono, soledad, desinterés, y rememorativo de tiempos mejores, versus la intimidad marcada por lo kitsch, que finalmente dan a conocer el calor de cada personaje, su identidad y su alma, todo enmarcado dentro de una propuesta audiovisual cuidada, con una estética realista, en la que pareciera que no hay grandes intervenciones técnicas.

“Nunca vas a estar solo” es una historia sencilla que a veces nos abofetea al enrostrarnos la sociedad en la que vivimos, en que ante una pantalla somos un atado de valientes que queremos hacer, porque queremos defender a Pablo y gritarle a Juan para que reaccione y haga algo de una buena vez, o que por lo menos no pierda sus nuevos aires para que nosotros también creamos que existe una segunda oportunidad; pero que en la realidad, en la vida misma, nos quedamos con el papel que le toca al espectador frente a una pantalla de cine, en la que no hace nada, pero porque ahí nada puede hacer además de ver, mientras nosotros pudiendo y debiendo intervenir, no lo hacemos.

Filmada en 2014 y acreedora de premios tan importantes como el Work in Progress de SANFIC y en Film in Progress del Festival de Guadalajara, para posteriormente estrenarse en el Festival de Berlín, como parte de la sección Panorama donde obtuvo el Teddy, el premio LGBT más importante del cine internacional. Posteriormente ha participado en un importante circuito de festivales, incluyendo a Chile con SANFIC donde además de entregarle a Sergio Hernández el reconocimiento como mejor actor en la Competencia de Cine Chileno, la película recibió el Premio del Público; participó en la Competencia Latinoamericana Largometraje Ficción del Festival de Viña del Mar; y en el Festival Internacional de Cine de Valdivia.

“Nunca vas a estar solo” es la ópera prima de Alex Anwandter, quien además de ser un consagrado cantautor, músico, productor musical, y realizador chileno (Teleradio Donoso), es el guionista y director, fue su productor ejecutivo, estuvo a cargo de la música incidental, y participó activamente del montaje junto a Felipe Gálvez.

Se acaba de estrenar… No se la puede perder.

País: Chile.
Año: 2016.
Director: Alex Anwandter.
Elenco: Sergio Hernández, Andrew Bargsted, Astrid Roldán, Gabriela Hernández, Antonia Zegers, Edgardo Bruna, Benjamín Westfall, Jaime Leiva, Octavio Navarrete, y Camila Hirane.
Duración: 81 minutos.
Género: Drama.