Por Karla Monge @karlamonge
La soledad, la introspección, el descuido en una edad clave, y las relaciones disfuncionales, son las características y el universo que rodean a todos los personajes en este viaje agridulce, ópera prima de Eugenio Arteaga marcada por el drama que puede repercutir del consumo de drogas en el organismo, película que sin ser educativa o una apología al consumo logra ambientar el uso de sustancias sintéticas.
Lucas (18) (Armin Felmer), es un introvertido joven que vive junto a una madre muy ausente y poco asertiva (María Olga Matte), y a su hermano menor, Elías (17), (Nicolás Durán), un desagradable tipo en todo sentido y que pareciera tener sumido en el miedo a todo su entorno. Imbuido es sus deseos profundos de viajar, que pareciera más una forma de escapar de su rol conciliador en esta disfuncional familia, Lucas se pone a fabricar y vender drogas sintéticas para juntar la plata necesaria que lo lleve suficientemente lejos de su realidad.
Asiduos al consumo de marihuana, Lucas emprende su negocio junto a Elías no con tan buenos resultados y además de los problemas, en su soledad y producto de que pareciera que todos están presos en fallidas relaciones, se involucra con Maca (17) (Ignacia Goles), polola de Elías. Presionado por la venta, por su fastidioso hermano y su pésima manera de codearse con todo el mundo, y por su madre que mantiene una relación lejana física como emocionalmente, Lucas finalmente revienta cometiendo un acto criminal, que de alguna manera nos hace entrever que la convivencia mejorará e incluso se podrán reencontrar como familia, porque Lucas se va más hacia dentro mientras ha logrado que todo su entorno se movilice por él, por fin lo tomen en sus manos para ayudarlo y finalmente cambien, o por lo menos eso queremos creer.
La historia inspirada en el caso real de un joven de 15 años que apuñaló a otro en una fiesta, es una propuesta audiovisual activa y atractiva, con un montaje dinámico y juguetón, apoyados en recursos de video clip, y tintes de documental, claro ejercicio cinematográfico que llama a la experimentación por parte de Arteaga, apostando por la psicodelia, que aunque ya se ha visto logra realizar con cambios abruptos en una primera parte, para pasar a un estado más “contemplativo” en una segunda mitad de su primer largometraje, sin cerrar en un final absoluto si no que dejando la posibilidad de interpretación, respetando lo que hemos visto y conocido de sus personajes, sobre todo de Lucas.
Dead Candi es el noveno largometraje de egreso de la Universidad del Desarrollo que ha apostado en realizar proyectos cinematográficos para terminar su ciclo de estudios, y que ha producido más de un par de éxitos en reconocidos festivales internacionales de cine. Se acaba de estrenar… No se la puede perder.
País: Chile.
Año: 2018.
Director: Eugenio Arteaga.
Elenco: Armin Felmer, Nicolás Durán, Ignacia Goles, María Olga Matte, Cristóbal Gilmore, Martín Köning, Benjamín Ruiz, Pablo Ausensi, Carolina Flores, Agustín Silva, y Patricia Herrera.
Duración: 88 minutos.
Género: Drama.